Cada vez que abrimos una cuenta corriente nos enfrentamos a la misma pregunta: ¿Tarjeta de crédito o tarjeta de débito? E incluso por qué no, ambas. El mercado de medios de pago ha crecido enormemente en los últimos años y el cliente cuenta cada vez con más opciones. Sin embargo, a la hora de la verdad lo primero que hay que decidir es el tipo de tarjeta que deseamos contratar dependiendo del uso que hagamos de ellas y sobre todo las comisiones e intereses que podemos llegar a pagar por contratarlas.
Índice del artículo • • • • • • • • • • ¿Tarjeta de crédito o tarjeta de débito? Diferencias Las tarjetas de crédito y la tarjetas de débito son en realidad productos muy diferentes, aunque muchas personas las utilicen indistintamente para los mismos fines.
En líneas generales, suele recomendarse el uso de las primeras para los más disciplinados en la gestión de sus finanzas y las segundas para quienes tienen más tendencia al consumo. Pero como esta es una conclusión algo simplista lo mejor es analizar las características y usos de cada tipo de tarjeta y las diferencias entre ellas para determinar cuál se adapta a nuestras necesidades.Además de hablaros también de las que son más “populares” o conocidas entre los usuarios de tarjetas. Tarjetas de débito Empezaremos por las tarjetas de débito al estar más extendidas y ser más sencillas. Las tarjetas de débito son un medio de pago vinculado a una cuenta corriente. Cada vez que hacemos una compra el pago se carga inmediatamente a la cuenta bancaria (no ocurre lo mismo con las tarjetas de crédito). Si la cuenta no tiene saldo, la operación es rechazada, aunque ahora muchas tarjetas incluyen la posibilidad incurrir en pequeños descubiertos de hasta 200 euros (los famosos descubiertos bancarios). Es decir, la tarjeta de débito no está pensada como un instrumento de financiación, sino como un medio de pago para disponer del capital que cada ahorrador tiene en su cuenta.
Muchas entidades no cobran gastos de emisión y mantenimiento para las tarjetas de débito y sus comisiones para la retirada de efectivo de cajeros automáticos suelen ser mucho más limitadas. De hecho, ninguna entidad cobra por disponer de dinero en sus propios cajeros y muchos han extendido a toda la red de cajeros (por ejemplo 4B o Servired).
Principales características de las tarjetas de débito El principal atractivo de las tarjetas de débito es la posibilidad de llevar un control más exhaustivo de lo que se gasta. • Con las tarjetas de débito se puede hacer extracciones de dinero en los cajeros automáticos y en las oficinas. También se pueden realizar pagos en los comercios. Al realizar las operaciones con la tarjetas de débito se produce un cargo directo por el importe de la compra en nuestra cuenta corriente.
Es necesario que se disponga de fondos suficientes para hacer frente al pago o a la retirada del dinero (en algunas tarjetas de débito cabe la posibilidad de incurrir a pequeños descubiertos). Los gastos se descuentan de forma automática en la cuenta corriente. Esta es la principal diferencia entre las tarjetas de débito y las tarjetas de crédito. • Las tarjetas de débito son muy útiles para las compras diarias. No hay intereses ni pagos aplazados ya que se utilizan los fondos disponibles de nuestras cuentas corrientes o de ahorro a las que están asociadas. • Para tener una tarjeta de débito se necesita tener una cuenta corriente en la entidad bancaria que emite la tarjeta.
Las tarjetas de débito y tarjetas de crédito prepagadas son muy populares entre los estudiantes universitarios que aún no han establecido un historial de crédito. La principal diferencia entre las tarjetas de débito y de crédito se basa en que las primeras siempre están asociadas al saldo que el cliente tenga en la cuenta corriente, mientras que las de crédito permiten operar con dinero prestado por la entidad financiera. Cuando se saca dinero de un cajero con una. La principal diferencia entre las tarjetas de débito y de crédito se basa en que las primeras siempre están asociadas al saldo que el cliente tenga en la cuenta. La diferencia principal entre una tarjeta de crédito y una tarjeta de débito es que la primera. Algunas de las opciones más ventajosas del mercado son: Tarjetas. La principal diferencia entre una tarjeta de crédito y una tarjeta de débito es la forma de pago. Elige la que mejor cubra tus necesidades.
• Las tarjetas de débito ayudan a controlar el nivel de endeudamiento. Si no se dispone de dinero en la cuenta, no se puede utilizar. • Las entidades y cliente, por razones de seguridad, acuerdan un límite de gasto diario, sobre todo en las acciones de extracción de dinero en cajeros automáticos. Si no se dispone de fondos suficientes, el banco puede denegar la operación o se puede anticipar la cantidad que se necesita para realizar el pago. En estos casos hay que tener cuidado y revisar el saldo de la cuenta, ya que puede dejar una cuenta en descubierto generando gastos muy elevados para el cliente, en forma de devoluciones de anticipos, comisiones bancarias o abonos de los intereses.
• Tienen menos seguros y medidas de protección que las tarjetas de crédito: Si se compra un producto, mercancía, servicio y este sufre algún desperfecto, la tarjeta de débito no dispone de ningún seguro que cubra ese riesgo. • Las comisiones cobradas por la tenencia y utilización de una tarjeta de débito suelen ser más baratas (dependiendo del banco) a diferencia de las tarjetas de crédito. En algunas entidades bancarias no se cobran comisiones y si se utilizan en cajeros de la misma entidad bancaria no se cobra ningún tipo de comisión. Tarjetas de crédito Las tarjetas de crédito son algo más complicadas que las de débito porque son un medio de pago pero también una fórmula financiación y precisamente por eso es más complejo. De forma resumida, las tarjetas de crédito permiten hacer compras sin necesidad de disponer del dinero en ese momento, ya que el pago se aplaza hasta la fecha de liquidación (generalmente un mes). Una vez alcanzado esa fecha, el cliente deberá saldar la deuda contraída.
Si la cuenta asociada tiene fondos, no habrá problemas, pero si no es así se activan los intereses de la tarjeta (12-20%). Con el paso de los años han ido siguiendo nuevas fórmulas, como por ejemplo las tarjetas revolving, que en lugar de liquidar la deuda mensualmente (o en el plazo que sea) establecen una serie de pagos mensuales fijos para poder disfrutar de esa línea de crédito. De esta forma, existe una deuda desde el primer momento, ya que el titular no tiene por qué pagar todo lo que consuma, basta con que abone esa cuota fija.
Además, a diferencia de las tarjetas de débito, las de crédito cuentan con y costes asociados. Una de ellas es la de retirada de efectivo en cajeros automáticos, ya que este medio de pago no está pensado con esa finalidad.
A esto hay que añadir una cuota anual por mantenimiento y emisión que depende del tipo de tarjeta, del límite de crédito y de los servicios que ofrezca. Pero no todo es negativo, ya que además del beneficio que se puede obtener por esos 30-40 días que hay hasta el pago, cuenta con una serie de servicios como por ejemplo diferentes tipos de s eguros vinculados a su uso. Estos incluyen desde un seguro de vida, por robo, contra fraudes, por daño o pérdida de equipaje o por accidentes en viaje, por poner algunos ejemplos. Al final, las tarjetas de crédito pueden ser un instrumento muy útil si se saben utilizar. Esto implica conocer las comisiones que nos pueden cobrar y no exceder el límite de crédito. Como apuntábamos al principio, las tarjetas de débito ayudan a evitar tentaciones y en cierta forma gastar menos, aunque las tarjetas de crédito pueden ser un gran elemento para controlar el gasto y sacar partido de las opciones de financiación.
En resumen: Principales características de las tarjetas de crédito • Las tarjetas de crédito son una forma de financiación. Nos permite realizar compras sin obligación de desembolsar el dinero en el momento. Además tenemos la posibilidad de devolverlo en varios plazos. • Dejan al usuarios de las tarjetas de crédito realizar pagos o conseguir dinero hasta un límite establecido sin necesidad de tener fondos en la cuenta bancaria. • S e necesita la domiciliación de una pensión o nómina que garantice unos ingresos mensuales y estables.
• El usuario está o bligado a devolver el dinero financiado, además de pagar los intereses. • El límite de crédito viene reflejado en el contrato de la tarjeta de crédito (tarjeta de crédito normal, plata, oro, platino, ) pero varía a lo largo del tiempo dependiendo del consentimiento del banco o del titular de la tarjeta. • Los pagos al banco deben realizarse en la forma y los plazos establecidos por la entidad bancaria. Por norma general se suelen realizar en los primeros días del mes.
Además existen diferentes modalidades de pago: Pago mensual por totalidad y pago aplazado. • El aplazamiento del pago se debe emplear en casos excepcionales, ya que suelen tener intereses muy altos. • Por abonar los pagos de forma regular, el usuario puede disponer de descuentos y puntos asociados a las compras con tarjeta. • Tienen una gran protección contra el fraude. Si el usuario notifica el fraude lo antes posible ya no es responsable. Además si se compra algo defectuoso el cliente de la tarjeta de crédito está protegido por el seguro de la tarjeta. • Se cuenta con efectivo en caso de emergencias e improvistos.
• Si se extrae dinero del cajero se cobran intereses dependiendo de la tarjeta de crédito y de la entidad, pero estos suelen ser elvados (un 20% anual aproximadamente). Nunca utilices una tarjeta de crédito para sacar dinero de un cajero automático. Para más información sobre las tarjetas de crédito visita el siguiente artículo: Las mejores tarjetas de crédito y de débito Junto a lo señalado, podemos hacer algún que otro tipo de diferencia entre las propias tarjetas de crédito así como las de débito y si estás pensando en solicitar una a tu banco, puede que vayas un poco mejor aconsejado con esta información.